Rincones como este, a mí, particularmente, me cautivan...
La Iglesia, a la que nunca he podido entrar por encotrarse cerrada las veces que por allí he pasado
Nada mejor que esta escalinata, para hacer piernas
En memoria del naufragio de la Armada Española en la Bahía de La Herradura, en Octubre de 1562
El campanario
Coquetas plazuelas, como esta de San José, donde hoy se encuentra este busto en homenaje a un querido vecino del del pueblo:
"Pepe Gámez ha sido un artista humilde y un pilar fundamental dentro de
la parroquia y la comunidad cristiana. Este busto es un
homenaje en recuerdo a su memoria, trabajo y dedicación al pueblo de La
Herradura y la parroquia de San José. Este es un homenaje, sin ningún
color político, sino de todo el pueblo de La Herradura a José Parra
Gámez"
Esa misma plaza, hace dos años, algo más "salvaje" y con otra escultura, que a mí particularmente, me gustaba mucho... Me gustaría saber a qué parte del pueblo la han trasladado
Y comenzamos a subir...
A estas imágenes podría añadirles el olor a puchero que impregnaba mi lenta ascensión, ¡¡qué rico!! Hubiera dado cualquier cosa por colarme en alguna casa y oler directamente de la olla, ufff...
La placidez de la que os hablaba. Con reloj, pero sin prisa, esta señora, absolutamente ajena a mi presencia, con sus "converse" de moda, barría su puerta y quitaba las flores secas de su ventana. En ese momento no había nada más importante.
Cuando la respiración te va faltando, de pronto encuentras un rincón como este, que parece estar esperándote, donde descansé un poquillo antes de continuar la ascensión... Coqueto ¿verdad?
No me pregunteis porqué, pero esta foto ¡me encanta!
Esa misma plaza, hace dos años, algo más "salvaje" y con otra escultura, que a mí particularmente, me gustaba mucho... Me gustaría saber a qué parte del pueblo la han trasladado
A estas imágenes podría añadirles el olor a puchero que impregnaba mi lenta ascensión, ¡¡qué rico!! Hubiera dado cualquier cosa por colarme en alguna casa y oler directamente de la olla, ufff...
La placidez de la que os hablaba. Con reloj, pero sin prisa, esta señora, absolutamente ajena a mi presencia, con sus "converse" de moda, barría su puerta y quitaba las flores secas de su ventana. En ese momento no había nada más importante.
Cuando la respiración te va faltando, de pronto encuentras un rincón como este, que parece estar esperándote, donde descansé un poquillo antes de continuar la ascensión... Coqueto ¿verdad?
No me pregunteis porqué, pero esta foto ¡me encanta!
No os canso más, continuaré con más entregas hasta llegar "a la cima"...
Pero no nos dejes asíiiiii.....
ResponderEliminar¡¡¿Y quién es LABITA?!!
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