Estepona

Cuando fui a finales de marzo a Estepona, para ver a mi hijo jugar con la Selección Murciana de Fútbol-Sala, se agolparon en mi cabeza miles de buenísimos recuerdos de los muchos años que veraneé con mis padres en este pueblo precioso de la Costa del Sol malagueña. Veranos fantásticos de mi adolescencia y juventud. Hacía 15 años que no había vuelto. Apenas tuve tiempo de hacer turismo, porque no fui a éso, pero aproveché las horas tempranas del día y el poco tiempo libre que tuve entre partidos, para patear un poco y tomar algunas fotos.

Amanecer en la playa

Una especie extinguida y la otra, a punto

Fuente en la Calle del Mar

Preciosas callejuelas estrechas y empinadas

Torre de la Iglesia

Vista desde la terraza del hotel

Intrépida bañista, porque las aguas de Estepona están gélidas hasta en pleno mes de agosto ¡ufff!

Atardecer

Calles dedicadas a famosos, me quedé con mi admirado Carlos Herrera

Mercado a donde solía acompañar a mi madre bien tempranito a comprar pescado fresco

Mosaicos que adornan la fachada del mercado de abastos

Botijo para calmar la sed de los tórridos días de verano

Una de mis composiciones con las torres que se avistaban desde la terraza del hotel

Y por último este hermoso mirador, que ya conoceis mi debilidad por ellos